Con el término grafiti nos referimos a aquella modalidad de pintura totalmente libre realizada en espacios urbanos, como en paredes de negocios, puentes o carreteras. Una de sus principales características es la ilegalidad que supone realizar estas obras de arte, ya que los artistas suelen escoger zonas prohibidas para plasmar sus obras. Entonces, ¿es posible pintar un grafiti de forma legal? ¿Dónde? ¿Existe algún grafitero profesional en Madrid?
Grafiti profesional en Madrid
Hoy en día muchas personas han dejado de ver con malos ojos el arte urbano, llegando incluso a contratar los servicios de algún grafitero profesional para la realización de obras en sus centros de trabajo o, incluso, en sus domicilios personales; todo esto con el objetivo de darle un toque más moderno y, así, llamar la atención de posibles clientes interesados.
Podemos encontrar las siguientes razones por las que es una buena idea contratar a un grafitero profesional en Madrid:
El arte urbano está de moda: Durante estos últimos años, los murales decorativos se han vuelto muy populares, volviendo a esta técnica un servicio muy demandado. Cada vez son más los que deciden compartir en sus redes sociales aquellas obras urbanas que han llamado su atención, haciendo que esta atraiga cada vez más público.
Técnica de marketing: Siguiendo el punto anterior, al ver el movimiento de masas que atrae un mural decorativo, muchos empresarios han decidido pintarlos tanto dentro como fuera de sus negocios, incrementando la clientela y, por ende, aumentando también sus beneficios.
¿Dónde hacer un grafiti en Madrid?
Si nos dedicamos al arte urbano, es común que nada más llegar a la capital del país nos cuestionemos dónde hacer un grafiti en Madrid de forma libre y sin necesidad de tener problemas con la ley. Es aquí cuando entra en juego La Tabacalera de Lavapiés, considerada la meca del grafiti a nivel nacional. En este edificio, y gracias al trabajo de un colectivo llamado El Keller, podremos informarnos dónde expresar nuestro arte en la ciudad de manera legal.
Cabe destacar que antes de poder ponernos manos a la obra, será necesario que acudamos a alguna de las jornadas de puertas abiertas que se celebra cada martes a partir de las 18:00h en la Calle Embajadores, 23.
¿Dónde ver los mejores grafitis en Madrid?
A pesar de que podemos encontrar gran variedad y estilos de grafiti por la ciudad, existen lugares donde se encuentra la mayor concentración y creatividad de arte urbano:
Lavapiés: La principal referencia en cuanto a arte urbano de la capital. Nada más visitar esta zona, encontraremos un amplio abanico de arte callejero, sobre todo en la zona donde se encuentran los murales de la Tabacalera. Cada año en este barrio se celebra un festival de arte urbano conocido como CALLE Lavapiés.
Malasaña: En este barrio, además de poder encontrar arte en casi cada rincón, se celebra de manera anual uno de los festivales de arte urbano más importantes de Madrid, Pinta Malasaña; en esta se congregan más de 100 artistas pintando a la vez en todas las calles del barrio. Sin duda, un espectáculo digno de ver en persona.
La Plaza de los Cubos: El lugar ideal para contemplar impresionantes obras de arte callejero (las cuales van desde el realismo más crudo a estilos más abstractos) mientras disfrutamos de alguna buena comida o bebida. Para acceder a esta zona tan solo tendremos que entrar en el pasaje subterráneo que une esta plaza con la calle Martín de los Heros.
Origen del grafiti
Se puede afirmar que los primeros grafitis se remontan a la época del imperio romano. Se han encontrado numerosas inscripciones sobre muros y columnas hechas en latín vulgar, las cuales tratan sobre declaraciones de amor, pensamientos políticos e incluso algún que otro insulto. Por otro lado, también se han hallado dibujos y caricaturas en cuevas, muros enterrados donde han podido conservarse mejor, catacumbas y en las ruinas de Pompeya; la ceniza volcánica hizo que quedasen protegidas y preservadas para la posteridad.
Gracias a estos hallazgos, es posible afirmar que la población romana tenía la costumbre de escribir de manera ocasional sobre zonas públicas, tal y como sucede con los grafitis en la actualidad.